Resumen:
En un mundo caracterizado por las interrelaciones, que generan continuas eventualidades, la complejidad es el elemento común. “Las relaciones corporativas se desarrollan en un territorio dinámico de significación, un espacio que surge de la interacción de la organización con sus públicos y configura una realidad compleja y dinámica” (Manucci, 2006, p. 57).