Resumen:
Parece evidente el poco interés que despiertan los libros en niños, adolescentes y jóvenes; pareciera que asocian la lectura con aburrimiento o castigo, y se entregan a esta actividad más por obligación que por voluntad propia; si es posible, tratan de evitarla, como el caso de los alumnos que, para cubrir las exigencias de los exámenes sobre obras literarias, recurren a la solidaridad de los amigos que sí leen, para que estos les cuenten los argumentos. Debido a la falta de lectura, no se logra desarrollar un buen nivel de comprensión lectora (Castellanos y Guataquira, 2020), lo cual puede traer consecuencias a corto, mediano y largo plazo. A este nivel es necesario preguntar: ¿Será que en las instituciones se están utilizando estrategias adecuadas que fomenten la comprensión lectora en los niños