Resumen:
La transición de la niñez a la adolescencia es un proceso que conlleva a la adaptación y ajuste a los cambios que se presentan tanto físicos como psicológicos. Es también durante este periodo cuando ocurre la transición de la primaria a la secundaria. Los estudiantes se enfrentan a situaciones de mayor exigencia académica, el número de materias aumenta y por ende la cantidad de responsabilidades asignadas para el aula y para la casa, además, se empieza a evidenciar deficientes técnicas de estudio que se desarrollaron durante los primeros años de escolaridad. Berlinger citado por Isorna (2013) afirma que “la transición de primaria a secundaria representaba para muchos estudiantes un movimiento estresante del nido de un ambiente protector y familiar con una considerable atención a una atmosfera impersonal y a menudo intimidante en la secundaría temprana” . Por lo tanto, para los docentes al ayudar y orientar a los estudiantes en estas situaciones tan difíciles que experimentan, pueden convertirlos en personas más responsables, seguros de sí mismos y con muy buenas relaciones interpersonales.